jueves, 9 de abril de 2009

JUEVES SANTO: UNA CRÓNICA NECESARIA...

Se agota el día... En el calendario ha sido un día muy especial... Yo también me encuentro agotado... Horas y horas de una interminable vivencia que me ha llevado por diferentes rumbos. El de la tradición, el de la evocación, el de la evasión...
Termina Jueves Santo y me parece que antes de reconciliarme con mi intimidad no debo dejar de hacer constar lo que formalmente no es sino una crónica necesaria...
Desperté muy temprano pero amanecí muy tarde... Anoche caí rendido y sin el mejor propósito de madrugar este nuevo día... Sabía lo que me esperaba: el desafío de incorporarme a una jornada verdaderamente extraordinaria en todo sentido, con la autoimpuesta responsabilidad de ser partícipe de lo que manda la tradición, a sabiendas que el mayor esfuerzo estaría en caminar, contenerme cuanto fuera necesario en todo sentido y no dar paso, en la medida de lo posible, a la nostalgia perniciosa por todo aquello que fue, ya no es o sencillamente nunca podrá ser...
Qué cosa esta de incorporarse cada mañana, sobre uno mismo, que quiere decir el peso de los años,

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