domingo, 11 de enero de 2009

LA EDUCACIÓN EN LA VIDA COTIDIANA... I

Ahora que reflexiono sobre el tema de la educación, me invade la curiosidad sobre lo que en una sociedad como la nuestra pueda significar tener mayor o menor conocimientos y prácticas como resultado de asistir a "clases" y estar "estudiando" o "tener un título" y ser reconocidos por estar supuestamente aptos para ejercer una profesión. Qué "piensa" un padre de familia, me digo, cuando en una época de su vida todos sus hijos "van a la escuela..."; o qué pasa en la vida de un docente cuando tiene la rutina de trabajar "dando clases" y saber que como resultado de ese trabajo "sus" alumnos van a "aprender algo" y con el tiempo serán hombres y mujeres que asumirán roles sociales por ahora imprevisibles... Qué "piensan" los directores de establecimientos educativos acerca de sus responsabilidades al frente de "sus" funciones educativas y los funcionarios que circunstancialmente deben "velar" por el desarrollo de un país como el nuestro, que es el que nos interesa, cuando todos estamos persuadidos que la educación es un "factor" del desarrollo...
Muchas preguntas, pero sin duda necesarias, para conocer desde una perspectiva diferente lo que significa la educación en función de una responsabilidad de vida como generadores o beneficiarios del desarrollo educativo.
Quizá esta última frase nos permita abrir el camino para llegar a algunas respuestas.
Por ejemplo, habría que saber si estudiantes, padres de familia, docentes o "autoridades educativas", en la vida cotidiana, asumen que son parte o tienen un rol específico en ese complejo de acciones que podemos denominar "desarrollo educativo". En cuanto a los estudiantes, lo dudo. Si fueran conscientes de ello, nos daríamos por satisfechos que estamos en una sociedad lúcida, de tal manera que en ellos se proyecta la concepción filosófica de la educación. Sus hábitos y actidutes serían tan diferentes a las que observamos. Los estudiantes no están conscientes de su rol como beneficiarios de la educación. Si así fuera, sus preocupaciones dejarían de ser las de carácter meramente formal: cumplir con sus horarios, cumplir con sus tareas, generalmente resistentes al mayor esfuerzo y con escasa actitud creativa. La noción del "uso constructivo del tiempo libre" que alguna vez descubrí y no me ha abandonado nunca, felizmente, no forma parte "del pensamiento" en la mayoría de los estudiantes. No lo digo de manera prejuiciosa. Es evidente, pese a reconocer el derecho de los jóvenes a ejercitar y "gozar" de su albedrío, que estos manifiestan gustos y ocupaciones que no guardan relación con sus responsabilidades formativas. Una sociedad como la nuestra, en los tiempos que a ellos les ha correspondido vivir, ofrece incontables posibilidades de ocupar el tiempo "libre". A lo que me refiero es que ante la falta de conciencia del rol formativo que les compete, no son evidentes en ellos el discernimiento, la búsqueda crítica y selectiva de todo aquello que pudiera resultar "mejor" o "conveniente" para su vida. Un factor de nuestro tiempo determinante en esta situación, de efectos demoledores, es el mensaje consumista que llega por todos los medios con una incidencia de saturación casi inevitable. La cantidad de "ofertas" que se presenta a los jóvenes en atención a lo que puedan hacer, usar o necesitar es sencillamente apabullante. Pero, comprensivos con las circunstancias de nuestro tiempo, estamos asimismo persuadidos que el problema no está en el acceso que los jóvenes puedan tener a los medios o la seducción que los emisores de mensajes consumistas puedan causar a sus receptores. El problema sigue siendo la disposición o la actitud de los jóvenes frente a la "oferta", dada la capacidad crítica que puedan tener para ser selectivos ante lo que se les ofrece y el sentido de la oportunidad que puedan manejar para hacer uso o aprovechar esa oferta. Sin más, esa capacidad debiera ser el resultado de la acción educativa. Debiera ser parte del ejercicio racional permanente al que los jóvenes pudieran optar, como parte esencial de la acción educativa. Estamos hablando de desarrollo. Del desarrollo integral de los jóvenes a través de la educación.
La función, pues, se traslada a docentes y padres de familia...

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