FAMILIA, AMIGOS, VECINOS Y CONOCIDOS...

Esta es una mañana fría... Luminosa, con un cielo impecablemente azul, pero fría por ese "frente" que viene del norte y nos ha hecho arroparnos más de la cuenta durante el fin de semana. Amanezco muy temprano sobre la máquina con la curiosidad de saber quiénes me han escrito. Esta es una de las novedades que brinda "la" internet. Y con mucho agrado leo unas líneas que me llegan desde París... Este amigo mío, hermano de otro entrañable amigo me ha hecho pensar en la diferencia de relaciones que uno tiene y mantiene o no con tantas personas que se han ido cruzando en la ruta de nuestra vida, sea por un misterioso designio del destino o por pura desgracia... Esto me ha hecho suponer que uno, al menos en una clasificación sujeta a revisión, puede tener garantizados los vínculos con familia, amigos, vecinos y conocidos. Así que me doy a la tarea de averiguar qué pienso al respecto...
Siempre he escuchado decir que uno nace y no escoge a la familia, y así es, irremisiblemente, utilizando una palabra que tanto lo gustaba decir a Papá... Es así como al abrir los ojos a la conciencia y a la memoria, nos vamos enterando de dónde y con quién estamos obligados a vivir mientras no suceda lo contrario. Algunos tienen recuerdos desde muy pequeños, casi recién nacidos. Así que las imágenes familiares se gozan o se sufren con mayor o menor anterioridad. En mi caso, creo que tuve una toma de conciencia normal o quién sabe... No recuerdo nada anterior a mis cinco años... Tal vez me tenían mucho tiempo escondido o en mi derredor no había nada que me causara pensamientos o sentimientos que puedieran ser memorables. Lo cierto es que de esa infantil lucidez, aparte de Papá y Mamá, se asoman en mi registro de imágenes la presencia de mi Abuelo Pancho, las "muchachas" que fueron trabajando sucesivamente en la casa y, poco a poco, unos primos y unos tíos.