miércoles, 1 de abril de 2009

ALEGRÍA DE VIVIR...

Así se titula uno de los más famosos libros que una vez escribiera ese prestigioso escritor que a principios del Siglo XX tuvo tanto éxito y ahora nadie recuerda: Orison Swett Marden, mejor conocido sencillamente como Marden. Pues se me ocurre una expresión similar para referirme a lo que advierto en muchas personas, con distingo de edades, por supuesto, pero con diferencias sustanciales en cuanto a conciencia de lo que expresa a través de los signos de la alegría.
Sin duda, la alegría es una de las expresiones más características del bien-estar. Del sentirse bien, con optimismo, con entusiasmo. Para muchos, ciertamente, la vida debe vivirse con satisfacción. Con alegría. Y ha de ser una conjunción de términos tan acendrada, datando quién sabe desde cuándo, que para Marden era ya una expresión digna de constituirse en el mismísimo título de una de sus obras más apreciadas.
El uso del idioma es también el reflejo de la época que le corresponde. Dicho de otra manera: cada época refleja en el uso del idioma mucho de lo que la gente piensa, le preocupa, le divierte... Una expresión como "la alegría de vivir..." precisa la aplicación de tales conceptos para una concepción de vida, planteada como la mejor opción, como la concepción misma de cómo se puede considerar la vida plenamente realizada y satisfactoria, para usar términos de hoy. Quizá por ello muchos siguen comportándose, como se dice, risa y risa, aún en las peores circunstancias, rayando en la misma inconciencia e irresponsabilidad. Quizá esa actitud se derive de asumir la risa como expresión de alegría y por lo mismo haya risa en todo cuanto ocurra. La adecuación del concepto es totalmente equivocada, pero no dejo de pensar que en algún momento de la vida se haya producido ese fenómeno de suplantaciòn de significados.
Filosóficamente, para Marden "la alegría de vivir..." es una expresión de plenitud, de felicidad, de gozo. Una manera de decir de qué manera se siente y puede manifestarse alguien que ha alcanzado el más alto grado de satisfacción por la vida.

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