Casi llego al extremo de este día domingo, al límite de las veinticuatro horas que le corresponden con total exactitud, y se me ocurre hacer algunas consideraciones sobre lo que significa para mí "el fin de semana" y lo que pueda significar para los demás. Espero que este tema no desaliente a alguno, si tomamos en cuenta que al año tenemos entre cincuenta y dos o cincuenta y tres oportunidades similares. A mí me motiva el hecho de estar enterado que no hay ser humano, al menos entre los guatemaltecos y guatemaltecas, como se dice en el discurso complaciente, al que le incomode el descanso de un fin de semana, si tomamos también en cuenta que cada principio de año muchos somos los que vemos el calendario para saber cuántos feriados hay, mejor si dan lugar a esos puentes tan benignos que nos hacen disfrutar de más tiempo en el fin se semana...
Así que...
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