sábado, 14 de febrero de 2009

CARTA A LOS ESTUDIANTES ANTIGÜEÑOS: SOBRE EL ÉXITO...

Se descorren los primeros días de un nuevo año y así da también comienzo un nuevo ciclo educativo. Para todas las edades, en los estudios básicos y en todas las especialidades. Me parece un motivo de tal importancia, que deseo compartir con los estudiantes antigüeños, dondequiera que se encuentren, algunas reflexiones sobre lo que ha sido mi propia experiencia, porque creo que de alguna manera pueden serles de utilidad. Nuestra condición de estudiante no termina nunca y los temas que puedan interesarnos son incontables. Se me ha ocurrido referirme al éxito. Una palabra que implica meta, desafío y posiblemente un compromiso incomprensible.
Siempre ha estado presente en mí esa palabra. Me viene desde los primeros años de estudio. La he encontrado en comerciales de toda índole y marca de empresas y productos muy diversos. Y cuando de metas y propósitos se trata, es la palabra que está al final, como única posibilidad de toda iniciativa y esfuerzo en la vida: El Éxito. Así: con mayúscula, con su tilde esdrújula para que se promuncie con más sonoridad. Y nadie, estoy seguro, nadie va a cuestionar el significado de esa expresión tan consagrada.
De lo que se trata es de establecer nuestra relación de estudiantes con el éxito. Muchos habremos de tener presente cómo nuestros padres al inducirnos al estudio nos han dicho: "Uno debe ser exitoso en el estudio para ser exitosos en la vida". Y nos habremos ido con cuadernos y libros bajo el brazo a la escuela, al colegio o el instituto a encontrarnos en situaciones muchas veces poco gratas o preocupantes: el carácter del docente, la oscuridad de los temas de clase, los plazos para entrega de trabajos, los requerimientos de compras fuera del alcance de nuestros padres, la hostilidad o antipatía de algunos compañeritos... Y ya de vuelta en casa, quizá hayamos vuelto a recordar el éxito como meta. Porsu parte, vueltos al siguiente día a clases, también haya sido posible que encontremos en maestros bonancibles, afectuosos y amigables una invitación para cumplir nuestras tareas con éxito, inculcándonos la responsabilidad de actuar siempre pensando en que debemos rubricar nuestra vida con éxito... Vuelta a encontrar la misma expresión...

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